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El Familión regresa a Casa Diocesana para celebrar el XIX Encuentro de Verano

  • Foto del escritor: Dani Garcia Serrano
    Dani Garcia Serrano
  • hace 4 dĆ­as
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: hace 4 horas

Casa Diocesana MĆ”laga acoge este mes de agosto el ā€œXIX Encuentro de Verano para Familiasā€, mĆ”s conocido como ā€œFamiliónā€, en el que participan 150 familias de la diócesis de Getafe.


El Encuentro se viene desarrollando en dos sesiones, la primera del 17 al 23 de agosto y la segunda del 24 al 31. Entre las dos semanas asistirÔn casi 150 familias, «330 niños desde bebés de 6 meses hasta universitarios de 25 años, 120 monitores que generosamente dedican esta semana para que las familias puedan tener momentos de oración y formación y convivencia, 6 seminaristas, 1 diÔcono, 6 consagradas, 19 sacerdotes y 2 obispos», explican desde la organización. 


Participan familias completas, Ā«que incluso vienen con los abuelos, familias en cualquier circunstancia, estado o carisma, matrimonios que fueron monitores, monitores que han asistido como niƱos…».


El obispo de Getafe, Mons. GinƩs Garcƭa BeltrƔn participa en la segunda semana, y el auxiliar, Mons. JosƩ Marƭa AvendaƱo, en la primera semana.


A lo largo estas dos semanas, «se ofrecen actividades que son exclusivas para los adultos, para los jóvenes o para los niños y otras que son compartidas y que sirven para estrechar los lazos familiares. El centro del día es el Señor, por eso comenzamos la mañana todos juntos con el ofrecimiento del día, celebramos la Eucaristía y un tiempo de oración y exposición del Santísimo todos los días. Continuamos con la formación (en cada semana hay 4 ó 5 cursos diferentes para que cada uno elija el que le pueda ayudar mÔs) y una conferencia general. Por las tardes hay tiempo para excursiones, para ir a la playa, juegos y el rezo del rosario; y también hay tiempo de diversión, oración, formación y convivencia con otras familias, con sacerdotes y seminaristas», explican. 


Los niños son atendidos por monitores en grupos por edades, cuidando también sus momentos de oración en función de la edad, catequesis, piscina, salidas, mientras los adultos participan en actividades formativas y espirituales. 

Ā«Cada verano vemos y vivimos cómo la Iglesia es una familia, un gran ā€œFamiliónā€ en este caso y queremos acompaƱar a las familias a vivir su vocaciónĀ», concluyen.Ā 



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