El día 3 de septiembre de 2014 hemos inaugurado las obras de renovación y remodelación del edificio. Han sido unas obras de mucha envergadura que han significado un esfuerzo grande para la Diócesis. En esta renovación hemos querido poner la Casa en las mejores condiciones para acoger a los residentes con la suficiente comodidad dentro de la sencillez cristiana, respetando y a veces recuperando la imagen original del edificio.
Ahora estamos muy contentos de poder ofrecer esta Casa al pueblo de Dios y a todos los quieran venir aquí para vivir en un ambiente de paz y de religiosidad. La Casa Diocesana es un punto de referencia esencial en la vida de la Iglesia malagueña. Aquí se reúnen los Consejos, las Comisiones, las Delegaciones y Movimientos, las parroquias y los grupos más variados de nuestra Diócesis. Pensamos que de esta manera la Casa “hace Diócesis”. Por lo menos es lo que nosotros intentamos.
A lo largo del año pasan por nuestra Casa grupos eclesiales de otros muchos lugares, de España y de fuera de España. Ya se sabe que “Málaga” es una marca ampliamente conocida y apreciada. No sólo para el descanso o el ocio, también para la oración, para cursos, congreso y muchas cosas más.
Los que estamos y trabajamos en esta Casa lo hacemos con un solo objetivo: ofrecer a nuestros huéspedes un espacio y un tiempo de paz, de oración, de alegría y de fecundidad espiritual. Queremos que la Casa Diocesana de Málaga sea realmente Iglesia visible y palpable, que en ella se respire la alegría y la serenidad de la fe, que todos los que vengan a ella encuentren desde el primer día acogida, respeto, fraternidad y confianza, presidido todo por la presencia y el espíritu del Señor Jesús. Entre todos intentamos que nuestra Casa sea de verdad un oasis de experiencia cristiana. Y nos sentimos felices si alguna vez el clima de la Casa Diocesana ayuda a alguien a conocer más a Jesucristo y a sentirse más a gusto en la Iglesia y en su propia vida.
Con la Casa renovada y actualizada estamos deseosos de recibir grupos y de ampliar nuestros servicios para el bien de la Diócesis y para colaborar con todos los que quieran pasar unos días con nosotros. Empezamos esta nueva etapa con mucho ánimo en el nombre del Señor.
Fernando Card. Sebastián Aguilar
