Francisco García Villalobos, secretario general canciller de la Diócesis de Málaga y secretario de la Asociación Gálvez Ginachero acaba de presentar su último libro sobre la figura del doctor Gálvez. Una biografía que pone de manifiesto la actualidad de su legado y sus importantes aportaciones a la Málaga contemporánea. Ya está a la venta en la Librería Proteo.
"José Gálvez Ginachero. Doctor de cuerpos y almas" es más que una biografía, ¿qué ha querido mostrar con esta obra? Escribir una biografía no es sólo recopilar datos o información sobre una persona. Se trata de re-vivir a alguien que por una razón u otra marca una época, y se le vuelve a presentar al lector de hoy, explicando también el ambiente en el que vivió. Gálvez fue en su tiempo una persona admirable y admirada, y he pretendido demostrar que sigue siendo en nuestro tiempo un modelo muy vigente y actual. Los problemas que tenemos actualmente no son los mismos de su época, como es lógico; pero su forma de afrontarlos, su estilo de vida, estoy convencido de que nos puede ayudar a los hombres y mujeres de hoy.
El Dr. Gálvez va camino de los altares y usted ha sido el postulador diocesano de su causa. Un proceso que ahora continúa en Roma, pero que le ha llevado a conocer de cerca a este ilustre malagueño. ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro? Durante el proceso de beatificación, redescubrí un hombre extraordinario en todos los sentidos y me di cuenta de la importancia de rescatar su vida y su obra de un cierto olvido en el que estaba cayendo. Había dos biografías anteriores, la de García-Herrera (1966) y la de Urbaneja (2001), pero pensé que podía aportar en esta nueva visión muchos elementos que se habían quedado algo ocultos. Sobre todo, desde la perspectiva de las instituciones que él promovió o apoyó (Escuelas del Ave María, Salesianos, Hospital Civil, etc.). En todas ellas permanece la huella de Gálvez, su herencia está muy vigente, y era de justicia recordar su gigantesca aportación a Málaga.
¿Por qué recomendaría leer este texto? Conocer nuestra historia y sus protagonistas siempre es bueno. Podemos evitar repetir los errores, y trabajar sobre los aciertos. Pero además Gálvez es una figura muy interesante, en una época tumultuosa. Médico de la reina y de las mujeres más pobres, enfermero de leprosos, alcalde de la ciudad y después dos veces encarcelado, amenazado de muerte por los dos bandos en guerra, llevó a cabo negociaciones secretas para liberar a su hija secuestrada, testigo en los juicios sumarios de la posguerra… Una vida realmente fascinante.
El Doctor Gálvez fue un hombre muy polifacético, médico, alcalde y mucho más, ¿qué es lo más llamativo que encontramos entre sus múltiples actividades o en su legado? El único denominador común es su ser cristiano. No era un médico o alcalde cristiano, era un cristiano que ejerció de médico y que fue –a su pesar- alcalde. Con su fe se sobrepuso a todas las enormes dificultades que vivió. Y su caridad inagotable le granjeó el amor de toda Málaga. Después de tantos años de su muerte, muchas familias aún recuerdan cómo fueron beneficiadas de una manera u otra por el Dr. Gálvez. Yo diría que Gálvez Ginachero fue un hombre muy comprometido con Málaga; muy valiente frente a los convencionalismos de su época (como demostró designando a Teresa Aspiazu, primera mujer concejal del Ayuntamiento de Málaga, y única hasta la democracia); y sobre todo, un hombre de concordia en una época tan desgarrada por los enfrentamientos.
La obra, que ha sido editada por la Diputación de Málaga, muestra cómo siendo médico tuvo que enfrentarse a grandes epidemias: el cólera, la gripe española y la peste bubónica y cómo siendo alcalde luchó por que los malagueños tuvieran servicios básicos: alcantarillado, agua potable y viviendas… No olvidemos que Gálvez fue durante toda su vida activa funcionario de la Diputación, ya que en aquella época los servicios sanitarios y sociales le correspondían a esta institución, a la que agradezco que haya auspiciado esta edición. Por su parte, nuestro alcalde Francisco de la Torre, muy amablemente ha prologado el libro, indicando que su ejemplo nos anima a todos a comprometernos con el bien común y el interés general.
¿Qué debería saber todo el mundo de D. José Gálvez Ginachero? Que siempre se desvivió por los demás. Toda su actividad estaba orientada a los que le rodeaban, nunca pensaba en él mismo o en lo que a él le podía convenir. Intentemos nosotros imitarle en la medida de lo posible, en las pequeñas cosas, en nuestra vida cotidiana. Como él decía: “haz tu oficio, y ya haces lo bastante”.
Comments