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Una Casa al servicio de la espiritualidad


En la Iglesia es necesario contar con infraestructuras que faciliten el encuentro con Dios, con uno mismo y con los demás, lugares que ayuden a rezar, formarse, a tener días especiales de oración. Estas casas fueron definidas por S. Juan Pablo II como “pulmones de la vida espiritual”.

Contar en nuestra Diócesis con la Casa Diocesana “Beato Manuel González” es una riqueza incuestionable ya que por su ubicación, servicios, espíritu de acogida cercano y cordial del personal de la atiende y actividades que se realizan, posibilitan ese clima de recogimiento y silencio, el particular impulso interior, suscitado por el Espíritu Santo, que abre espacios en la vida de las personas a la acción de la gracia de Dios.

Durante todo este curso y, más específicamente en este verano en el que, por las obras que se estaban realizando, las dependencias propias del Seminario han estado más abiertas a las necesidades de los grupos que han pedido venir, he podido comprobar la cantidad y variedad de los mismos, y el grado de satisfacción con que terminaban sus diferentes experiencias formativas y orantes.

Estoy convencido que, tras la amplia y necesaria remodelación, estos servicios mejoran aún más y van a poder ser utilizados por numerosas parroquias, asociaciones, movimientos y grupos diversos, tanto de ámbito diocesano como de fuera de Málaga.

Sintamos todos que esta Casa es nuestra casa y animémonos a ser creativos en la organización de encuentros, charlas, retiros, ejercicios espirituales, días de oración, cursillos y cualquier otra actividad pastoral que ayude, a los que buscan sinceramente el sentido de la vida, a crecer en la fe y en el seguimiento de Jesucristo, camino, verdad y vida.

Francisco González Gómez Rector del Seminario Mayor

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